lunes, junio 13, 2005

 

Mi apasionante vida

Estimados lectores (los dos) desde la estremecedora aventura del Selwo sólo un suceso único, apasionante y apoteósico me arrastraría a salir de mi búsqueda de la verdad absoluta (vamos, de cotillear por el foro) a escribir estas lineas, ese asombroso suceso ha ocurrido este mismo fin de semana (chan chan chaaaaaaaaaaan), y ese apasionante suceso ha sido (redoble de tambores por favor...) QUE HE ORDENADO EL ARMARIO!!!!! OEEEEEEE EL PUBLICO GRITA DE EMOCIÓN, VARIOS DESMAYOS ENTRE LOS ASISTENTES WUOOOOoooo.... a, que no os importa una mierda, bueno, ¿y si os dijera que es una de las señales del apocalípsis?... tampoco cuela ¿no? ¡Pues me la pela! Os lo cuento igual, si mi vida apesta de lo aburrida que es no os íbais a librar vosotros.

Pues si, más o menos desde que salí de él allá por Marzo que no lo ordenaba, se ve que cuando uno vive dentro tiende a tenerlo más recogidito, el caso es que se me había descontrolado un poco el asunto, el ayuntamiento me había dado varios avisos de que o lo arreglaba o lo declararían zona catastrófica, lo derruirían y harían unos aparcamientos, pero como el diseño del parquimetro de la zona azul no pega con mi decoración decidí arreglarlo. Nunca debí hacerlo sin tomar las precauciones adecuadas.

Empecé por lo más básico, me dí animos, me dije tú puedes varias veces y saqué toda la ropa del armario y la tiré a la cama para que ya no hubiera vuelta atrás, mientras hacía esto descubrí un grupo de exploradores que se habían perdido después de ser arrastrados por un alud de camisetas, también había restos de una civilización perdida y otras cosillas, realmente hacía falta ordenarlo ya.

Después de vencer el ataque de pánico y agobio (recordemos que en mi cripta además de poca luz hay unos 30 grados a la sombra actualmente y en aumento) decidi tirar todo lo que daba verguenza ya tener (tenía una camiseta con la que podría haber tenido perfectamente varios tentáculos sin problemas de aberturas) y metí en bolsas todo lo que ya no me pongo, no me gusta, ya no me entra o es más hortera que los diseños de Agata, llené un container de residuos nucleares con ello y se lo llevé a mi hermana para que lo llevara a un hogar de recogida. Pobrecitos ellos, espero que más gente les lleve ropa porque si no van a salir a buscarme para lincharme, por si acaso estoy mirando precios de cirujía estética facial.

Tras pasarme todo el día liado con el armario llegué a dos conclusiones. La primera es que si vas a arreglar el armario hay que hacer calentamiento primero y estiramientos después que tengo la espalda como si me hubiera pasado por encima un Jeep. Y la segunda es que tengo menos ropa que el pato Donald que lleva toda la vida con el traje de la primera comunión. Solución, comprar ropa, problema, soy más pobre que las ratas. El mes que viene me tendré que dejar todo el sueldo en ropa.

Moraleja: No ordenes nunca tu armario, si se descontrola huye de tu casa, préndele fuego y empieza desde cero en otra ciudad.

Y esto es lo más interesante que me ha pasado en la semana, si me necesitáis estaré metiendo la cabeza en el horno.

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